viernes, 31 de diciembre de 2010

Las navidades en mi pueblo I

Las Navidades en mi pueblo (I)

Hermosos tus recuerdos Pedro, te cuento los míos, mi navidad comenzaba con la llegada de mis primos de la capital, ansiaba que llegaran las vacaciones, los tíos traían los turrones, figuritas de mazapán, lerenes y unas ricas bolitas que después conocimos como polvorones. Doña Anita Portalatín invitaba a mi tía a un té de jengibre, alguna tarde, mis primas y yo la acompañábamos sólo para comer de aquellas galletitas que traía Don Bayoan de no sé dónde. En las mañanas ayudábamos a Papito a limpiar las uvas de venta en el almacén, Dios! cuántas uvas! Libras y libras en cajas y había que limpiarlas de las pajillas que ayudaban a conservarlas, claro, realmente nosotros casi no hacíamos nada, mas bien mirábamos a los que trabajan de verdad. Pero era una tradición limpiar las uvas y nos divertíamos dizque trabajando. Recuerdo ahora con ternura, la tradicional muñeca de trapo que me dejaba el niño Jesús. (Todos los 25 de diciembre la misma muñeca, sólo cambiaban los lazos y los colores; las hacia una señora del mercado) a Guilly no le gustaban las muñecas de trapo, siempre prefirió las barbies. Tere era más pequeña y se divertía con todo. Yo siempre pedía algo que tuviera que ver con música, y no siempre los reyes “entendían” mi letra, me dejaban libros con mamá Laly, y ropita para la barbie con mi tía Teresa, maquinitas de coser, alcancías, sombreritos o tocados para ir a la iglesia y carteritas de salir de diferentes colores. Alguna que otra vez llegó un radio y otro año, oh sorpresa! Una guitarra que me envió Papá Máximo. Los juguetes “pedidos”, en mi casa los dejaban los Reyes Magos, c previa cartita, no dejábamos hierba a los camellos, porque nos decían que ellos comían en el solar del lado de la casa de nuestra amiga Gracita. El pueblo se dividía en sectores, el nuestro era el 7. Y se adornaban las calles con muchos bombillitos. Las tías y las abuelas llegaban con regalos, cocinaban mientras hablaban, las casas vecinas nos traían dulces, cada familia hacia uno diferente. Tía* Verónica Bloise era una experta y los acompañaba con un Té. Comenzábamos el 24 cenando en casa, y terminábamos comiendo frutas donde Don Moncito, y dulces con Madrina Mercedes Capellán o en el muro alto de la casa de Doña Martha, la abuelita de Evelina, que también fue la casa de tía Teresa y mis primos por un tiempo, después de su viudez. En ese altito, quemabamos patitas de gallina o velas romanas. Casi no veíamos televisión en esos días. El 25 de diciembre estrenábamos zapatos y vestidos; visitábamos las amigas que vivían un poco más lejos, como Janet, Cecilia, Ingrid, o ellas venían a nuestra vecindad. En un año hicimos La Novicia Rebelde para todos los vecinos, bajo la dirección de Ramón Guzmán, con la burla y risa de su hermano Pachico, más realista, pues nosotros, incluyendo a Ramón, nos creíamos estrellas. La velada para los vecinos no se quedaba, otro año fuimos dirigidas por Nelson Romeu, el hermano de Marianela nieto de Tía María. Esa vez hasta telón tuvimos. Una noche de ensayos terminamos todos castigados porque sin permiso nos comimos la jalea importada de Guillermina. (Que tía*₁ María Capellán guardaba celosamente para su amada hija, quien en ese tiempo estaba embarazada de Ezequielito. y Nelson la descubrió.) Qué vergüenza…pero qué jalea más rica. Tía María no se enfadó tanto, en mi casa nos castigaron por comer en casa ajena sin permiso y tía Consuelito nos dió una charla sobre el pecado de la gula. Imagínate quién pensaba estar en casa ajena, los cinco hogares éramos una sola familia.
Nunca se quedaban las horas de cuentos, adivinanzas o juegos de mesa bajo la paciente instrucción de mi querido primo Luciano o de Angelita (nunca olvidaré aquel juego de varitas que trajo ella de PR, todos queríamos jugar al mismo tiempo en su casa y los grandes, casi no nos dejaban). Lindas Las navidades de mi pueblo, entre risas y misas. Caminatas, ropa nueva, visitas, cantos, cuentos e historias
La vida de pueblo es inolvidable. Un regalo de la vida es ser provinciana.


Copyright ©2010 Elizabeth Polanco. All Rights reserved.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Amigo de dos tiempos

Con esa fuerza que brota de mi alma
te podría contar miles de historias
de una vida anterior o de estos días
te podría confundir con un poeta
un escultor, un mago, un alquimista

Mítico dueño de mis secretos
Como beso de luz toca mi alma
con una mirada descubre mi mente
transforma segundos con gestos ardientes
dibuja mis sueños, encanta mis horas
se divierte al escucharme y me enamora


Guía suavemente mi vida
me ensortija, me cobija
juntos vamos al pasado
él sin entenderlo, yo, sin explicarlo,

En silencio vivimos
un breve presente.
su música despierta mis sentidos
su voz me devuelve los años perdidos.

En sus ojos encuentro mi paz.
Porque somos uno…y uno solo somos...
los dos una chispa que surge, que vuelve
en retorno a la vida, marca del destino.
un regalo del tiempo que cambia mi sino

La ola perdida que encontró su mar,
una sola gota que volvió a su fuente
dos almas sin miedos que vuelven a amar

Copyright ©2010 Elizabeth Polanco. All Rights reserved.



Moon River - Breakfast at Tiffanys
http://www.youtube.com/watch?v=ZyGpdHzMYho
Pictures from the film, "Breakfast at Tiffany's" with the music "Moon River" performed by the Philharmonic Orchestra!

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jueves, 23 de diciembre de 2010

Escribir al alba.

DOMINGO 12 DE DICIEMBRE DE 2010


Descubro al escribir....que se acercan las voces
las voces de otros tiempos, de tu vida y la mía
las voces del verano que retornan en calma
El olor de las flores que quedaron dormidas

Descubro al escribir que ya no soy la misma
que dentro de mí vive una mujer serena
que valora la vida, los lugares, los versos
Que aquilata los sueños, los caminos, los templos.

Descubro al escribir, que me faltan auroras,
noches por descubrir, mantos con que cubrirme
calles por caminar, montañas para ausentarme
y una voz interior para sentirme libre.....

Al escribir...descubro que no estoy sola nunca
porque siento cercano el amor de esas voces
su alegría silente, su infinita dulzura
Al escribir yo siento su miradas profundas

Son las voces de ellos, los recuerdos, momentos
las voces de mis hijos, mis amigos ausentes
las voces del futuro, de un eterno presente.

Descubro al escribir que el sol entibia el alma
que en cada atardecer nos sorprende la brisa
que se vale jugar a estar enamorada,
de la vida, los libros, las notas de un violín,
de un piano, una lira, de la paz, de la risa.

Descubro al escribir que aún percibo tu aliento
y un rasgar de guitarras me aterriza y despierto.


Descubro entre mil letras, que la poesía es eterna
el mundo se detiene, escribo lo que siento!.


Copyright ©2010 Elizabeth Polanco. All Rights reserved.


out of africa (main title)
http://www.youtube.com/watch?v=kGl0xQ7tCuU
music: i had a farm in africa

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Vivaldi-La Primavera-Las cuatro estaciones
http://www.youtube.com/watch?v=0htwQ2YDhM8
Antonio Lucio Vivaldi (Venecia, 4 de marzo de 1678 - Viena, 28 de julio de 1741). Compositor del alto barroco, apodado il prete rosso ("el cura rojo") por ser sacerdote y pelirrojo. Compuso unas 770 obras, entre las cuales se cuentan 477 concerti y 46 óperas. Antonio Lucio Vivaldi (March 4, 1678
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Canto en Plenilunio.
Cantaron los poetas…..se detuvo la noche ...
Contenidas las horas.... Vivimos una pausa.....
transformaron el tiempo en mágico descanso.......
vivimos un instante de júbilo, de paz

Cantaron los poetas…
en una noche cubierta de misterio.
Cantaron a la vida, la esperanza… el amor.
Cantaron los poetas…
Y fuimos transportados a un espacio de ensueños.
Nos abrigó la noche en el fulgor de sus versos
Los poetas cantaron bajo luna encantada*
Sus voces transmutaron el tedio, el odio, el llanto.
Nos envolvió el hechizo de su argentino canto.
*Plenilunio.

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Un abrazo de luz a mis dos padres
PUBLICADO POR ELIZABETH POLANCO ESTRELLA
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Un abrazo de luz a mis dos padres
A Máximo Polanco Estrella
A ti, Papá , fuente inagotable de arte y melodía
Me enseñaste a amar la vida y en todo ver poesía,
Me decías con ternura que nací para danzar,
para escribir, cantar, soñar.
que era música mi voz y mi alma alegría
que mi príncipe azul, en un noviembre llegaría.
Que las estrellas brillaban para mí
y en cada una estarías conmigo..
Que la luna era mi amiga y el infinito mi abrigo
Gracias Padre, por tu herencia de amor,
En mi sangre está tu luz.
En mi alma tu bondad.
En mi sueño oigo tu voz
y en tu mirada veo paz.

A José María Pena Fernández
A ti Papito, regalo de la vida.
Llegaste para mostrarme un camino de Paz.
Ejemplo de nobleza, sabiduría, disciplina y honor.
Tu fortaleza y serenidad me acompañan siempre
En mi corazón escucho tus consejos,
en mi alma descubro cada día, que el verdadero amor es entrega,
es dar sin recibir…es espera y es verdad.
No hubo lazos de sangre. Hubo lazos de amor.
Amor que es disciplina
constancia, esfuerzos, paciencia y perdón.






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Nuestras noches
Nuestras noches
PUBLICADO POR ELIZABETH POLANCO ESTRELLA
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Nuestras noches..... Comienzan entre sueños y ensueños algunas. Otras leyendo poesía, pero aquellas que son mágicas, de desvelo y entre velos...esas donde el amanecer nos sorprende escribiendo. Esas son pocas...pero inigualables.


Nuestras noches son blancas o doradas. Blancas, cuando descansan las páginas que nos esperan. Doradas cuando brotan las palabras, los versos inauguran, inician la fiesta de letras en cada línea, en cada espacio, en las cuartillas, o en la pantalla.
Vuelven las plumas antiguas, vuelan las musas, descienden las diosas.


Nuestras noches, largas horas, párpados cansados, fuego en el corazón y gozo en el alma, cuando nace y florece la poesía.


Noches... palabras..., versos..., poesía...Letras que danzan como notas musicales.
Olor a libro recién comprado, al calor de hogar, a pan recién horneado.
Caminan, saltan..., nos sorprende el alba, caímos rendidos, plenos de dicha, con paz.....
Aunque nadie nos lea, aunque lo que escribimos no sea tan hermoso. No importa, escribimos. Fluimos,
plasmamos......salió el sol.....qué temprano...hasta otra noche.


Copyright ©2010 Elizabeth Polanco. All Rights reserved.




Albahaca morada que descansas erguida
en el otoño hermoso de esta vida
sublime, serena, sencilla y devota
testigo de un recuerdo que en mi mente retoza

Tulsi, tulasi, exótica planta a la luna sonríe.
se inclina ante el sol y llora ante la lluvia
sabe esconder su tallo, evitando los vientos
se doblega prudente para evitar tormentos

Conquistas silente, seduces, inspiras
parecieran tus hojas emitir un mensaje
y tu aroma atrevida nos traslada en un viaje.

En un viaje a la India, a la Italia, a mi campo
nos invita a volver por los años perdidos
a sentir que El regresa con su amoroso canto.
Copyright ©2010 Elizabeth Polanco. All Rights reserved.









PUBLICADO POR ELIZABETH POLANCO ESTRELLA EN 09:14 1 COMENTARIOS E
Equinoccio de otoño, de Elizabeth Polanco

PUBLICADO POR ELIZABETH POLANCO ESTRELLA ON MIÉRCOLES 10 DE NOVIEMBRE DE 2010
/ COMMENTS: (0)

Tiempo de sueños cumplidos
de reflexiones, evocaciones y encantos
iniciar de nuevo la jornada
y restaurar cada hoja caída.
explorar cada minuto de su ocaso
Y arrobada en su paz caer en su regazo
transportada hacia el plano del silencio
meditar en sus nubes, compartir su misterio.
Otoño
cambio, transformación. nueva conciencia
camino iluminado cubierto de esperanzas
en cada mañana un sueño,
en cada noche añoranzas
Otoño
atardeceres lilas y dorados
dorada la luz de sus auroras
rastros en el tiempo de vientos lejanos
de angustias olvidadas
de lianas transmutadas.
Otoño………
un encuentro con el alma y las memorias
evocando los ritos, los cantos, las salmodias
celebrando la vida, festejando el presente.
vivir el otoño es resurgir,
recordar , aprender……rebrotar
Otoño es despertar y en cada día,
descubrir que nacemos, lozanos todavía.
Copyright ©2010 Elizabeth Polanco. All Rights reserved.










Vivaldi El Otoño
http://www.youtube.com/watch?v=U8v12M2mRVM
Hermosa Musica Para Disfrutarse
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ARCHIVO DEL BLOG

▼ 2010 (9)
▼ diciembre (9)
Las navidades en mi pueblo I
Descurbro, describo, escribo.....
Canto en Plenilunio.
Un abrazo de luz a mis dos padres
I Nuestras noches II Amigo de dos tiempos.
Mi Albahaca morada
Equinoccio de otoño, de Elizabeth Polanco
Consejos de mi padre
Entre Emelda y Pedro

DATOS PERSONALES


ELIZABETH POLANCO
Mi biografía es corta, aún no se escribe completa, refleja una vida llena de sueños, algunos cumplidos, otros a la espera de ser realizados. Lo significativo en ella, es la inmensa gratitud, que siente mi alma por cada día vivido.
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Las Navidades en mi pueblo (I)

Hermosos tus recuerdos Pedro, te cuento los míos, mi navidad comenzaba con la llegada de mis primos de la capital, ansiaba que llegaran las vacaciones, los tíos traían los turrones, figuritas de mazapán, lerenes y unas ricas bolitas que después conocimos como polvorones. Doña Anita Portalatín invitaba a mi tía a un té de jengibre, alguna tarde, mis primas y yo la acompañábamos sólo para comer de aquellas galletitas que traía Don Bayoan de no sé dónde. En las mañanas ayudábamos a Papito a limpiar las uvas de venta en el almacén, Dios! cuántas uvas! Libras y libras en cajas y había que limpiarlas de las pajillas que ayudaban a conservarlas. Recuerdo ahora con ternura, la tradicional muñeca de trapo que me dejaba el niño Jesús. (Todos los 25 de diciembre la misma muñeca, sólo cambiaban los lazos y los colores; las hacia una señora del mercado) a Guilly no le gustaban las muñecas de trapo, siempre prefirió las barbies. Tere era más pequeña y se divertía con todo. Yo siempre pedía algo que tuviera que ver con música, y no siempre los reyes “entendían” mi letra, me dejaban libros con mamá Laly, y ropita para la barbie con mi tía Teresa, maquinitas de coser, alcancías, sombreritos o tocados para ir a la iglesia y carteritas de diferentes colores. Alguna que otra vez llegó un radio y otro año, oh sorpresa! Una guitarra que me envió Papá Máximo. Los juguetes “pedidos”, en mi casa los dejaban los Reyes Magos, c previa cartita, no dejábamos hierba a los camellos, porque nos decían que ellos comían en el solar del lado de la casa de nuestra amiga Gracita. El pueblo se dividía en sectores, el nuestro era el 7. Y se adornaban las calles con muchos bombillitos. Las tías y las abuelas llegaban con regalos, cocinaban mientras hablaban, las casas vecinas nos traían dulces, cada familia hacia uno diferente. Tía* Verónica Bloise era una experta y los acompañaba con un Té. Comenzábamos el 24 cenando en casa, y terminábamos comiendo frutas donde Don Moncito, y dulces con Madrina Mercedes Capellán o en el muro alto de la casa de Doña Martha, la abuelita de Evelina, quemando patitas de gallina o velas romanas. Casi no veíamos televisión en esos días. El 25 de diciembre estrenábamos zapatos y vestidos; visitábamos las amigas que vivían un poco más lejos, como Janet, Cecilia, Ingrid, o ellas venían a nuestra vecindad. En un año hicimos La Novicia Rebelde para todos los vecinos, bajo la dirección de Ramón Guzmán, con la burla y risa de su hermano Pachico, más realista, pues nosotros, incluyendo a Ramón, nos creíamos estrellas. La velada para los vecinos no se quedaba, otro año fuimos dirigidas por Nelson Romeu, el hermano de Marianela nieto de Tía María. Esa vez hasta telón tuvimos. Una noche de ensayos terminamos todos castigados porque sin permiso nos comimos la jalea importada de Guillermina. (Que tía*₁ María Capellán guardaba celosamente para su amada hija, quien en ese tiempo estaba embarazada de Ezequielito. y Nelson la descubrió.) Qué vergüenza…pero qué jalea más rica. Tía María no se enfadó tanto, en mi casa nos castigaron por comer en casa ajena sin permiso y tía consuelito nos dio una charla sobre el pecado de la gula. Imagínate quién pensaba estar en casa ajena, los cinco hogares éramos una sola familia.
Nunca se quedaban las horas de cuentos, adivinanzas o juegos de mesa bajo la paciente instrucción de mi querido primo Luciano o de Angelita (nunca olvidaré aquel juego de varitas que trajo ella de PR, todos queríamos jugar al mismo tiempo en su casa y los grandes, casi no nos dejaban). Lindas Las navidades de mi pueblo, entre risas y misas. Caminatas, ropa nueva, visitas, cantos, cuentos e historias
La vida de pueblo es inolvidable. Un regalo de la vida es ser provinciana.

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domingo, 12 de diciembre de 2010

Salve Madre!

Alba escarcha
que en el mar renace
cristalina luz
que en la aurora nace.

En noches brillantes,
su luna se pierde.
crisol del gran verde
que fluye y envuelve

De la aurora luz
de las noches faro
como nubes rosas
de un manto dorado.

Flama que nos guía
llama que restaura
fuego que ilumina
que nos da la vida

Luz de ti desciende
en perlado encaje
con ristras de hilos
aterciopelados
revela los años
días ya olvidados.

Tu luz infinita, sagrada,
¡que entibia!
que colma, que fluye,
que con dulce lazo,
en su santo seno,
nos retiene atados.

diriges los vientos
absorta contemplo
lianas encendidas
luces diamantinas.


Tu velo nos cubre
deslumbra, transporta
en un suave amiento
al eterno templo
tiempo de los tiempos
de los montes, fuerza
con fulgor sublime
que a mi alma redime

Destellos desde el Monte Santo

Destellos del Monte Santo

Destellos de aquel Monte

 sueños que develan del tiempo los misterios

 senderos secretos entre luces y luchas

esperanzas que brotan en sutiles memorias.

destellos del desierto

 Su Luz, tu luz, la mía, la de Horeb, y Madián

 los jardines internos en desiertos perdidos

 de un espacio sin tiempo de un presente tardío.

Destellos desde la ladera son los ensueños

los símbolos los ritos, las señales

las voces de las piedras, de las nubes, las olas

Destellos en los cedros, las palmeras de dátiles, los olivos

caudales del gran verde. los ecos del desierto, las lluvias, las arenas

Destellos de sus pies desnudos, los cedros, las aves que duermen en las ramas

un Moisés aún sediento que llora ante su pozo,

su mente que es espejo, su faro, su destino

Destellos de sus brazos, su fuerza, la Sagrada Alianza y las tablas

Destellos son… el báculo, la zarza ardiente, el Monte Santo.

La Refulgencia Divina ante el humilde canto

Destellos del desierto… es soledad del alma en la verdad silente

su mirada en la fuente, del agua cristalina, del manantial su imagen

Destellos que transforman el oleaje mudo del algún Nilo interior,

en los desvelos, los viajes, en el reposo tranquilo, la majestad de Giza, la esfinge, las voces de la llanura y la paz, hebras de luz en el viento marcados en las rocas

 Renacer y morir, seguir a la estrella Destellos de aquel monte sagrado

retornar al encuentro del mástil platinado que del balcón se desprende se posa en nuestro pecho, nos devuelve la vida.